Seguro de crédito, un instrumento subvaluado
Querido lector, en un país donde generar divisas genuinas debería ser un objetivo permanente de Estado, quiero recordar un instrumento bárbaro que se llama Seguro de Crédito a la Exportación (SCE)
Por Diego Dumont
El seguro es uno de los institutos más antiguos del mundo, y se basa en distribuir el riesgo potencialmente dañino que sufrirán unos pocos sujetos, en una pequeña cuota que pagará el conjunto de ellos. El SCE tiene más de 70 años en el mundo y sin embargo un uso pobre en nuestro país, a pesar de ser un antídoto perfecto para cubrir al vendedor por “incumplimiento financiero”, cuando no puede por ejemplo acceder a una carta de crédito o un aval.
Los riesgos que cubre son: comerciales u ordinarios (no haber podido cobrar todo o parte del crédito que una empresa le dió a un importador, por mora o insolvencia. Subrayo que refiere a incumplimientos financieros, es decir que es ajeno a otras controversias, daños o destrucción de mercadería, etc., para lo que existe el seguro directo); y riesgos políticos o extraordinarios (pérdidas sufridas a causa de eventos políticos, o catastróficos o incumplimiento de pago cuando el deudor o garante sean entidades públicas. Por ejemplo, guerras, cambios de moneda, devaluaciones, y desastres naturales como podría calificar la actual pandemia global por Covid-19)
En Argentina existen tres compañías locales que lo ofrecen (Coface, Insur y Solunion), pero el número se expande si contamos las muchísimas filiales de brokers de multinacionales que operan en el país (como URC United Risk Consultants). La aseguradora, no solo brinda cobertura, sino que también:
Gestiona cobranza de deudas: ante incumplimiento, realiza gestiones judiciales y extrajudiciales. Nos evita cargar con todo el peso de esto, pero no nos exime ya que la cobertura suele ser importante pero no total (Ej:85%), para que los asegurados también colaboren con estas acciones.
Proporciona información: crediticia, de riesgo, de mercado. Los seguros cuentan con información comercial y patrimonial que intercambian mediante la Unión de Berna (www.berneunion.org), y en Latinoamérica especialmente desde la ALASECE (Asociación Latinoamericana de Seguro de Crédito a la Exportación)
Y si bien no brindan financiación, la facilitan. Porque muchas veces los propios bancos solicitan estos seguros para mitigar riesgos en las financiaciones otorgadas a exportadores (en prefi y post financiaciones o descuentos de documentos, por ejemplo).
Algunas ventajas
Los exportadores se benefician con:
●Un aliado en el desarrollo de nuevos mercados, gracias a la información que obtienen sobre clientes y destinos.
●Un mayor capital disponible, debido a que pueden eliminar coberturas propias.
●Se deslinda una parte importante de la gestión de cobro en caso de incumplimiento.
●Tasas bancarias más económicas.
●La posibilidad de negociar plazos de pago mayores y captar así más ventas.
Por todo lo dicho, este instrumento, que no busca una simple indemnización por incumplimiento, sino justamente evitarlo y ganar nuevos clientes y mercados, debería ser aún más promovido en nuestro país.