La inflación en Argentina finalmente alcanza un dígito: 8,8% en abril

Desafiando las adversidades de una recesión persistente, el índice de inflación en Argentina ha marcado un hito significativo al descender a un solo dígito, registrando un modesto 8,8% en el pasado mes de abril, según el reporte oficial del INDEC.

Este esperanzador descenso contrasta con los meses anteriores, donde los precios parecían desbocados. En el primer cuatrimestre, el costo de vida aún escaló un 65%, una cifra considerable, pero que muestra indicios de una tendencia a la desaceleración. En el transcurso de los últimos doce meses, el incremento se cifra en un 289,4%, una realidad que, si bien sigue siendo desafiante, muestra signos de moderación.

Es importante destacar los sectores que lideraron este descenso. La división de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, aunque experimentó un aumento del 35,6%, reflejó una ralentización respecto a meses anteriores. Comunicación y Prendas de vestir y calzado también contribuyeron a este panorama, con incrementos del 14,2% y 9,6% respectivamente, siendo este último impulsado por los cambios estacionales.

Analizando regionalmente, las subas en tarifas de servicios básicos impactaron más en regiones como GBA, Cuyo y Patagonia, mientras que alimentos y bebidas no alcohólicas registraron alzas destacadas en otras áreas del país.

Sin embargo, es crucial resaltar que este descenso no es meramente estacional. El IPC Núcleo, que excluye elementos regulados y estacionales, experimentó un aumento del 6,3%, un dato que no se veía desde enero de 2023. Esto sugiere una tendencia más sólida hacia la estabilización económica, respaldada por políticas gubernamentales enfocadas en el equilibrio fiscal y la reducción de costos para el sector privado.

Desde el Palacio de Hacienda, se ha enfatizado que este descenso sostenido es resultado directo de medidas implementadas en diciembre, las cuales han transformado la economía en un período relativamente corto, restableciendo la confianza y creando condiciones propicias para la reinserción del crédito hipotecario a largo plazo, un logro significativo después de siete años.

Este logro no solo representa un alivio para los bolsillos de los ciudadanos argentinos, sino que también proyecta una perspectiva más optimista para la economía del país en el futuro inmediato. Sin duda, un paso crucial hacia la estabilidad y el crecimiento económico sostenible.