Estiman que la caída del crédito al consumo podría frenarse en mayo
En el sector especulan que con los ajustes paritarios y la mejora en el ingreso, los trabajadores se animarán a tomar préstamos para ponerse al día.
El movimiento es lento, pero no por eso menos perceptible. La devaluación efectuada en enero y la consecuente decisión del Banco Central de aumentar las tasas de interés junto con algunas medidas de la autoridad monetaria que obligaron a los bancos a vender parte de sus tenencias en moneda extranjera -orientadas a enfriar la plaza cambiaria-, modificaron el escenario del mercado de créditos en la Argentina.
Con tasas activas que se elevaron en forma progresiva y van desde el 28% hasta más del 50% en términos nominales, dependiendo el monto y los años de financiación, el costo financiero total de un crédito personal a un año supera el 80% en la mayoría de las entidades.
Una situación aún más estrecha es la que se presenta en el mercado de tarjetas de crédito, en el cual los intereses nominales se elevaron hasta el 48% con costos financieros totales por encima del 81%, con un correlato de acortamiento de los plazos de financiación.
Esto trajo un escenario tenebroso: la actividad económica profundizó su desaceleración y el consumo cayó en forma contundente. Los préstamos al consumo registraron en el primer bimestre caídas del 35% en los préstamos personales y del 50% en los prendarios en las entidades financieras.
Sin embargo, el Gobierno dio marcha atrás. Primero, hace unas semanas, el Banco Central comenzó a desandar el camino alcista en el costo del crédito y decidió licitar esos recursos a una tasa menor. Este fue el primer indicio de que si bien el plan para intentar frenar el incremento del déficit público el Gobierno estaba dispuesto a ajustar algunas variables -e incluso ajustar subsidios-, los efectos terminaron asustando a los funcionarios, que comenzaron a ver una fuerte retracción económica, acompañada con noticias nada agradables del mercado de empleo. Ello, sumado a la fuerte inflación de los primeros meses del año, dibujaba un escenario temido: la estanflación.
Por otro lado, ya en marzo, el Banco Central abandonó su política para retirar pesos del mercado. Los datos de marzo ponen de manifiesto que, a pesar del amague contractivo del primer bimestre, el BCRA seguiría emitiendo pesos para financiar el apetito de gasto voraz del Tesoro Nacional, sostuvieron en la consultora Economía y Regiones.
En rigor, la novedad de las últimas semanas radica en que durante el mes de marzo, el Central volvió a incrementar la base monetaria ($ 4.400 millones) pero sobre todo, volvió a financiar al fisco por aproximadamente $ 11.000 millones.
Este factor, sumado al ajuste paritario que en promedio se ubica cercano a un guarismo del 30% y las distintas promociones que parecen haber puesto en marcha en el sector bancario para estimular el consumo vía crédito, ha hecho que los bancos vislumbren una tenue reactivación de los préstamos y, por ende, del consumo si bien la tendencia seguirá dentro de los niveles mínimos previos.
Con los ajustes paritarios, vemos que aquel trabajador que comienza a tener alguna mejora en su ingreso se anima a tomar un préstamo para ponerse al día, sostiene un banquero.
Para Ramiro Castiñeira, economista de la consultora Econométrica que conduce Mario Brodersohn, el crédito tenderá a mejorar a partir de mayo, producto de un escenario donde la economía cae pero no profundiza esa retracción lo que augura un incremento del consumo.
A eso se agrega un dato no menor: sostienen en la City que a la hora de tomar un préstamo, y a pesar de que las tasas persisten en niveles elevados por el momento, las familias se fijan primero en evaluar si pueden pagar las cuotas.
Esas cuotas están referenciadas, en principio, a consumos postergados en la primera parte del año donde los precios y los salarios asumieron una brecha récord.
Los aumentos salariales de marzo/abril permitirán un transitorio repunte del consumo privado en el segundo trimestre de 2014 que mejoraría en relación a los primeros tres meses del año, interrumpiendo el ajuste del exceso de consumo que hacía el sistema económico a través del fuerte avance de los precios y la devaluación de los primeros meses de 2014, señalaron en Economía y Regiones.
Fuente. Cronista.com