Desembolso millonario del Gobierno argentino al FMI asegura avance en negociación

 El Gobierno realizó un importante desembolso de USD 2.700 millones al FMI, lo que ha dejado en claro que las negociaciones con el organismo internacional están en buen camino. Este pago demuestra la certeza de que se recibirán los pagos que el FMI ha estado postergando, ya que nadie realizaría un desembolso tan significativo sin garantías de recibir a cambio los recursos necesarios. En medio de la campaña electoral, sería suicida para Sergio Massa utilizar una gran cantidad de reservas sin obtener beneficios tangibles.

 Si bien el desembolso del FMI no alcanza todas las demandas del Gobierno, se estima que el monto total que el organismo entregará a favor de Argentina en julio ascenderá a USD 6.800 millones, superando las expectativas para este trimestre. Además, existe la posibilidad de recibir desembolsos adicionales en septiembre. Estos fondos permitirán al Gobierno hacer frente a diversos compromisos financieros, incluyendo el pago de USD 4.200 millones que vencen con el propio FMI, así como también abonar los intereses de bonos dolarizados. Además, se espera que el Gobierno continúe interviniendo en el mercado cambiario.

 Con estos recursos adicionales, el Gobierno podrá abordar varios frentes de manera simultánea. Sin embargo, es probable que parte de estos fondos se destinen a evitar presiones en el mercado cambiario, especialmente durante la época preelectoral. Sergio Massa ha logrado estabilizar los tipos de cambio financieros y mantenerlos por debajo de los $500 en los últimos dos meses. Ahora, su objetivo es mantener cierta estabilidad hasta las PASO, que se acercan rápidamente.

 Además de buscar estabilidad cambiaria, el equipo económico busca controlar la brecha cambiaria como una forma de frenar la escalada inflacionaria. Si bien estas políticas son de corto plazo, tanto Massa como el FMI consideran que el acuerdo actual es solo un puente para llegar a diciembre y luego negociar desde cero con la próxima administración.

 El comunicado emitido por el staff del FMI hace referencia a las dificultades que enfrenta el país, mencionando en particular la histórica sequía que ha afectado a Argentina. Esta referencia coincide con la explicación del Gobierno sobre la pérdida de reservas, atribuyéndola a la caída de las exportaciones del sector agroexportador. También se reconoce que no se cumplieron las metas fiscales y se excedió el límite de emisión monetaria establecido. El mensaje de los técnicos hacia el directorio del FMI es claro: la situación no es producto de un retroceso general del país, sino de factores externos que afectaron las proyecciones económicas.

 El Banco Central ha logrado desacelerar la subida del tipo de cambio oficial en junio, manteniéndolo por debajo del 6,6% de inflación registrada en el mismo período. Se espera que esta tendencia se mantenga en los próximos meses. Aunque se ha reducido la brecha cambiaria a menos del 90%, Massa busca mantener la estabilidad cambiaria al menos hasta las PASO, ya que tiene una gran importancia para sus posibilidades electorales y su eventual ingreso al ballotage.

 La inflación es otro de los desafíos importantes para los próximos meses. Las consultoras estiman que en junio se ubicó alrededor del 7%, por debajo del 7,8% registrado en mayo. Incluso se estima que las mediciones oficiales podrían situarse por debajo del 6%. En este contexto, se están llevando a cabo negociaciones con diferentes sectores para congelar los precios hasta las PASO. Sin embargo, el Gobierno prefiere evitar anuncios oficiales para no ser criticado por realizar acciones con fines electorales.

 Además de la contención de la inflación, el Gobierno tendrá que enfrentar una fuerte desaceleración económica. La actividad económica registró una caída del 4,2% en abril, reflejando el impacto de la sequía y la aceleración inflacionaria en el poder adquisitivo de los salarios.

 Los mercados están atentos tanto a las negociaciones con el FMI, que parecen encaminadas, como al proceso electoral previo. El notable aumento de más del 100% en las acciones líderes y el sólido repunte de los bonos el mes pasado (cerca del 30%) reflejan cierto optimismo sobre el futuro económico después del 10 de diciembre.

 Aunque la incertidumbre electoral podría frenar la escalada experimentada en los últimos meses, la interna en Juntos por el Cambio entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta no permite determinar un claro ganador. Por otro lado, la candidatura de Javier Milei ha perdido fuerza, lo que también genera cierto alivio en Wall Street. La carrera electoral se prevé como un proceso largo y se espera que culmine en noviembre con el ballotage.