Déficit histórico entre Argentina y Brasil pone en riesgo la estabilidad comercial

 En el marco de la cumbre del Mercosur, previo al encuentro entre los líderes Alberto Fernández y Lula Da Silva, se dio a conocer que Argentina enfrenta un desafío considerable en su relación comercial con Brasil. Durante el mes de junio, el país registró el mayor déficit comercial de la historia con su vecino, ascendiendo a la cifra récord de u$s1.042 millones, superando ampliamente los ya elevados registros de abril y mayo que promediaron en torno a los -u$s750 millones, según el análisis de la consultora Abeceb.

 El incremento del déficit comercial bilateral respecto a junio de 2022 fue del 351,6%, reflejando un aumento significativo en el intercambio de bienes entre ambos países. Este salto en el déficit comercial se atribuye principalmente al auge en las importaciones de soja destinada a la molienda, que experimentaron un crecimiento impresionante del 3.247% interanual. Esta demanda récord de soja importada alcanzó la cifra notable de u$s542 millones, impulsada por la escasez interna de este cultivo debido a los efectos de la sequía en Argentina.

 Estos datos revelan que en el primer semestre de 2023, la balanza comercial bilateral entre Argentina y Brasil acumuló un déficit de u$s3.578 millones, lo que representa un incremento de 2,7 veces en comparación con el mismo período del año anterior. Este déficit negativo no se había registrado desde el año 2018 y supera en un 59,4% el desequilibrio acumulado durante todo el año 2022, que ascendió a u$s2.245 millones.

 Si bien es cierto que la sequía es un factor transitorio cuyos efectos se disiparán con el tiempo, su impacto ha llevado a que Argentina alcance un récord histórico de déficit comercial mensual con Brasil. Este panorama se desarrolla en un contexto en el que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) enfrenta reservas negativas, a pesar de las recientes medidas como el "dólar soja 3". Además, las gestiones del ministro de Economía, Sergio Massa, en China no han logrado obtener apoyo por parte de los BRICS para la financiación de importaciones.

 Al analizar las importaciones provenientes de Brasil en junio, se observa un aumento del 25,0% en comparación con el mismo período del año anterior, en línea con el crecimiento del 27,1% registrado durante el primer semestre. El valor total de estas importaciones ascendió a u$s1.969 millones, alcanzando su nivel nominal más alto desde noviembre de 2011. El sector agropecuario fue el principal impulsor de estas importaciones, destacándose la importación récord de soja, que representó el 25% de todas las importaciones argentinas provenientes de Brasil en ese mes. Esta situación se produce en un contexto en el que Argentina sufre una sequía, mientras que Brasil experimenta una súper cosecha de este cultivo.

 Si bien el sector agropecuario fue el principal motor de las importaciones, también se observó un aumento significativo en la importación de "energía eléctrica", que creció un 346% interanual alcanzando los u$s64,9 millones, y en la importación de "partes y accesorios para vehículos automotores", que aumentó un 17,7% interanual llegando a los u$s174 millones. Sin embargo, se registraron caídas importantes en las importaciones de "vehículos automotores de pasajeros", que se desplomaron un 42% por un monto cercano a los u$s90 millones, y en las compras de "petróleo", que se redujeron un 23,9% hasta los u$s67,9 millones.

 Por otro lado, las exportaciones argentinas hacia Brasil experimentaron una caída drástica del 31% en junio, alcanzando un total de USD 927 millones. Esto implica que las importaciones superaron más del doble de las exportaciones en ese mes, lo que revela un desequilibrio marcado en la relación comercial con el principal socio comercial de Argentina. Esta caída en las exportaciones es especialmente notable en el sector automotriz, que registró un fuerte retroceso.

 Entre los productos de mayor participación en el total de exportaciones, la categoría de "vehículos automóviles de pasajeros" fue la que experimentó la mayor caída absoluta, disminuyendo en USD 94 millones en comparación con el año anterior, lo que representa una caída proporcional del 35,1%. Además, los "vehículos automóviles para transporte de mercancías" también registraron una disminución significativa de USD 48 millones, equivalente a una disminución del 19,6% en términos porcentuales. Estos datos reflejan un retroceso importante en el comercio bilateral en el sector automotriz, el cual es especialmente relevante dado que Argentina y Brasil poseen una industria automotriz complementaria y que obtiene competitividad gracias al mercado ampliado del Mercosur.

 En línea con el panorama de sequía, el rubro que experimentó la mayor contracción en las exportaciones durante junio fue el de "Trigo y Centeno, sin moler", que registró una caída del 67,2%, representando una disminución de USD 151 millones en las exportaciones.

 En cuanto a los rubros relevantes de las exportaciones argentinas hacia Brasil, el único que registró un crecimiento fue el de "Lácteos", que aumentó un 82,9% interanual llegando a los USD 32 millones. Esta es una señal positiva en medio de un panorama generalmente negativo para las exportaciones hacia el país vecino.

 Estos datos y tendencias comerciales revelan la necesidad de abordar y resolver los desafíos económicos y comerciales que enfrenta Argentina en su relación con Brasil. Además, ponen de manifiesto la importancia de trabajar en políticas y acuerdos que promuevan un equilibrio y una mayor competitividad en el comercio bilateral, teniendo en cuenta la complementariedad de las industrias de ambos países y el contexto regional del Mercosur.