Crisis
Caída del 3,2% en la venta de insumos para construcción en noviembre
a actividad de la construcción sigue en declive: en noviembre, las ventas de insumos cayeron 3,2% respecto al mes anterior y 24,8% interanual.
La industria de la construcción enfrenta una nueva contracción. Según el Índice Construya, la venta de insumos para el sector privado registró en noviembre una baja del 3,2% respecto de octubre, mientras que, en comparación con el mismo mes de 2023, el desplome alcanzó el 24,8%.
En el acumulado de enero a noviembre de 2024, la caída se profundizó, con un 28,5% menos de ventas que en igual período del año anterior, reflejando un panorama sombrío para el sector.
El índice, elaborado por el Grupo Construya, monitorea las ventas de productos clave como ladrillos cerámicos, cemento portland, aceros largos, carpintería de aluminio, adhesivos, pinturas impermeabilizantes, sanitarios, griferías y otros insumos esenciales para la construcción.
Un mercado estancado
“En los últimos meses las ventas dejaron de recuperarse, el mercado está buscando su nuevo nivel. Con el resurgimiento del crédito hipotecario, esperamos que se vaya produciendo una recuperación gradual del nivel de actividad a partir del próximo año”, señalaron desde Construya en su comunicado.
No obstante, la falta de dinamismo en la obra pública y los retrasos en los proyectos mixtos público-privados prometidos durante la campaña del presidente Javier Milei han golpeado al sector. Las expectativas de una reactivación aún parecen lejanas.
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Factores que inciden en la caída
El estancamiento de la construcción responde a varios factores:
- Freno en la obra pública: La paralización de proyectos de infraestructura se traduce en menor demanda de materiales.
- Créditos hipotecarios escasos: Aunque hay promesas de reactivación, el acceso al crédito sigue siendo limitado.
- Inflación y costos elevados: Los altos costos de los materiales desincentivan tanto a empresas como a particulares.
El sector espera que 2025 traiga una reactivación gradual, impulsada por un eventual resurgimiento del crédito hipotecario y la concreción de proyectos que integren inversión pública y privada. Sin embargo, la incertidumbre económica y política aún plantea desafíos significativos para la industria.