Fuerte impacto climático
Cae la estimación de la cosecha de trigo por la falta de lluvias
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, las recientes tormentas no fueron suficientes para revertir el impacto en el rinde.
La producción de trigo en Argentina enfrenta un serio retroceso debido a la falta de lluvias, con una estimación que ahora proyecta 19,5 millones de toneladas, un millón menos de lo calculado al momento de la siembra. Así lo señala un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que pone en evidencia el impacto negativo que las condiciones climáticas adversas han tenido sobre la campaña 2024/25.
El informe de la BCR destaca que, pese a algunas tormentas recientes, las lluvias necesarias no llegaron en cantidad suficiente para mejorar la situación crítica que enfrenta el cultivo de trigo, especialmente en su fase más delicada de desarrollo. "El mes de septiembre ha sido inclemente con la falta de agua, y con el comienzo de octubre, el escenario no cambió", alertaron desde la institución.
Las precipitaciones recientes, ocurridas entre el 7 y 8 de octubre, beneficiaron de manera limitada al centro-norte de Córdoba y Santa Fe, con registros de entre 15 y 30 mm, llegando a 46 mm en zonas puntuales como Bengolea, Córdoba. Sin embargo, la humedad del suelo sigue en niveles preocupantes: "Para que las condiciones del suelo sean óptimas, se necesitan entre 120 y 180 mm más de lluvia", indicó el informe.
El análisis también subrayó que, salvo algunas lluvias en el este de la región pampeana y áreas puntuales del noreste y noroeste argentino, la falta de precipitaciones importantes ha sido la norma en lo que va de la campaña triguera.
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Impacto en el rinde de la campaña 2024/25
La siembra de trigo para la campaña 2024/25 comenzó de manera prometedora, con buenos niveles de humedad tras las lluvias otoñales y un aumento del área sembrada del 22% respecto al año anterior, alcanzando 6,7 millones de hectáreas. Los buenos precios internacionales, sumados a la necesidad de rotar cultivos para evitar el daño de plagas, incentivaron a los productores a apostar por este cultivo. Sin embargo, la ausencia de lluvias desde mayo generó un déficit de humedad que no ha sido compensado en gran parte del país.
Provincias clave como Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Santiago del Estero y Chaco han pasado a condiciones de sequía, lo que ha golpeado severamente las reservas de agua del suelo. Incluso partes del sur y noroeste de Buenos Aires sufren las consecuencias de la falta de agua.
A pesar de estos desafíos, la cosecha proyectada de 19,5 millones de toneladas aún representa un aumento significativo del 31% respecto a la mala campaña anterior, cuando se produjeron 14,5 millones de toneladas. Sin embargo, los productores advierten que el rendimiento será inferior al que se esperaba al momento de la siembra, afectando la rentabilidad de la campaña.
Maíz en situación crítica
En paralelo, el informe de la BCR también alerta sobre el maíz. La siembra de este cereal está prácticamente paralizada, con solo el 10% del área destinada sembrada, cuando en un año promedio para estas fechas debería estar mucho más avanzada. La "imperiosa necesidad" de sembrar temprano por el riesgo de la plaga chicharrita se ha visto frustrada por la extrema sequedad de septiembre y el inicio de octubre.
La expectativa de los productores está ahora puesta en la posibilidad de que se presenten lluvias significativas en las próximas semanas que permitan recomponer las reservas hídricas y continuar con la siembra, tanto del maíz como del trigo, con mejores perspectivas de rendimiento.
En este contexto, el sector agropecuario sigue atento a los pronósticos climáticos, sabiendo que las condiciones del tiempo serán determinantes para el futuro de la campaña.