Vicentín no presentó un plan de pago pero asegura que no concursará la empresa
Lo afirmaron dos directivos en una reunión con acreedores en Santa Fe. Sin crédito en los bancos, la compañía busca un socio para refinanciar sus deudas pero podría enfrentar nuevas demandas.
A principios de diciembre, la empresa Vicentín anunció que estaba ahogada financieramente y entraba en cesación de pagos, con un comunicado que sacudió profundamente a toda la agroindustria porque entre los más de 1.000 acreedores de Vicentín está buena parte del entramado del agro, ese que mueve la aguja de la economía en el interior productivo.
Esta semana había mucha expectativa por la reunión que dos altos directivos de Vicentín iban a mantener con algunos de los acreedores en la ciudad de Santa Fe, en la sede de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), la filial santafesina de CRA.
En el encuentro, los directivos de Vicentín, Máximo Padoan y Roberto Gianneschi, no “blanquearon” el plan de pagos pero aseguraron que la empresa no va se va presentar a una convocatoria de acreedores ni tampoco va a apelar a quitas de capital en el pago de esas deudas.
La estrategia de Vicentín es buscar un socio importante que le permita refinanciar parte de esa deuda. Solo a los productores, la firma les debe unos U$S 350 millones y está porción del pasivo es la minoritaria: casi el 80% del pasivo es con los bancos, sobre todo el Nación (más de 18.000 millones de pesos), pero en la cola también están el Banco Provincia de Buenos Aires, el Hipotecario, el Macro, el Nuevo Banco de Entre Ríos y el Nuevo Banco de Santa Fe, entre otros.
Otra novedad importante de los últimos días, es que la empresa firmó un contrato con Molinos, Aceitera General Deheza (AGD), Bunge Argentina y LDC Commodities para procesar unas 100.000 toneladas de girasol en su planta de Ricardone, en el norte del Gran Rosario. Es una buena noticia porque esa terminal estaba prácticamente paralizada desde el comienzo de la crisis financiera del grupo a principios de diciembre.
Vicentín, una empresa que comenzó en la década del 20 con un acopio en Avellaneda, siempre fue un jugador clave del mercado girasolero porque está radicada en una de las principales zonas productoras (el norte de Santa Fe y el sur de Chaco). Por eso, la crisis financiera de la empresa golpeó al mercado girasolero y bajó las cotizaciones.
Mientras los productores y el mercado esperan un plan de pago bien concreto, la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa rosarina abrió una puerta la semana pasada que podría generar más denuncias contra la empresa.
La entidad ahora permite que las demandas se puedan presentar a pesar de que la operación todavía no haya sido facturada y sólo se requiere un recibo que certifique el envío de la mercadería.
Esto sucede porque importantes corredores del mercado de granos le habían entregado a Vicentín mucha mercadería que aún no habían alcanzado a facturar.
Clarín