Un pueblo cordobés tuvo luz durante el apagón gracias a la cáscara de maní
La localidad cordobesa logró ser autosustentable este domingo gracias a un sistema de biomasa: generan su propia energía en base a la cáscara de maní. “Llamé para consultar cómo estaban y me dijeron que veían tele”, contó la intendenta.
Si Negrazón y Chaveta, los míticos personajes de la revista Hortensia, de humor cordobés, estuvieran vivos de la mano de su creador, Alberto Cognini, fallecido en 1983, hubieran llevado a la tapa a la localidad de Ticino.
Y no es para menos, porque más allá de toda referencia humorística, ese pueblo cordobés de 2188 habitantes fue uno de los pocos, en Argentina, que zafó del corte de energía eléctrica que oscureció el Día del Padre.
El pueblo se autoabastece de electricidad mediante un sistema de biomasa, alimentado por la utilización de la cáscara de maní como materia prima. La energía renovable, menospreciada por los grandes emprendimientos de las grandes urbes, es producida en Ticino por la empresa Lorenzati Ruetsch y Compañía, gracia a su central termoeléctrica de 5MW de potencia. Hasta le sobra paño, porque puede abastecer de energía eléctrica a unas ocho mil viviendas, muchas más de las que el domingo no sufrieron el corte.
La potencia que les sobra podría sumarse al sistema interconectado nacional, pero en Ticino, la modestia es su principal virtud. La intendenta local, Liliana Ruetsch, en declaraciones a la prensa de Córdoba, explicó que tienen su propio sistema desde agosto del año pasado y que si bien están interconectados, ante cualquier emergencia como la vivida el fin de semana, “tenemos la posibilidad de aislarnos y brindar el servicio normal a nuestro pueblo”.
«Tenemos un circuito con el generador de energía por biomasa que permitió tener energía. La generamos nosotros mismos, por la biomasa en base a la cáscara de maní. Mientras tengamos materia prima, somos autosustentables», declaró a Cadena 3.
Una receta que logró ingresar a un mercado cerrado y bajó los costos del servicio hasta un 40%. Por mes se comercializan 50.000 metros cuadrados. Durante casi una década el servicio de las mantas oleofílicas estuvo controlado por dos empresas. El ingreso de AESA le agregó competencia a un negocio cerrado.
El secreto es la cáscara de maní, una materia prima accesible para la provincia, dado que es la que abastece de ese producto a casi todo el país.
Los habitantes del pueblo cordobés de Ticino, ubicado a pocos kilómetros de Villa María, no sufrieron el histórico apagón de este domingo porque producen su propia energía renovable.
Una explicación sencilla dice que la cáscara de maní –entre otros desechos de la producción agrícola– se acopia en celdas y luego se traslada a una caldera para la quema y de esa manera se transforma en energía potencial de vapor de agua. Eso se traslada a la turbina de vapor y se convierte en energía mecánica de rotación. Luego se acople al generador y se transforma en energía eléctrica.
De esa forma artesanal, Ticino no se quedó a oscuras como el resto del país, salvo Tierra del Fuego. Para completar el cuadro de autoabastecimiento, la caldera que utilizan fue fabricada en el país. A diferencia de las fuentes basadas en combustibles fósiles, este tipo de generación, denominada de “ciclo cerrado”, no emite gases de efecto invernadero, de manera que contribuyen a mitigar el cambio climático.
Ticino es una localidad ubicada en el departamento General San Martín. Según el censo de 2010, tiene 2188 habitantes. Está situada sobre la ruta provincial 6, a 190 kilómetros de la ciudad de Córdoba. La localidad fue fundada en 1911 por dos ítalo-suizos, Ricardo Simonini y Juan Thiele. El nombre fue elegido basándose por un lado en el río Tesino (Ticino en italiano), que recorre la Suiza meridional y el norte de Italia.