Todavía no se observan señales de recuperación económica genuina en la provincia
El Índice Compuesto de Actividad Económica de la Provincia de Santa Fe, (ICASFe) que elabora el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, informó que en “diciembre de 2020, la economía provincial registró una variación mensual del -0,3% respecto del mes de noviembre del mismo año”.
La tasa interanual (diciembre de 2020 versus diciembre de 2019), fue de 1,6% y la variación acumulada de la economía el año pasado, también fue de 1,6%.
El informe sostiene que el cuarto trimestre de 2020 presentó una “ralentización” en el proceso de recuperación de la economía, a la que le está costando salir del estancamiento particular de los últimos años.
Las series que tuvieron en diciembre una variación positiva, fueron las siguientes: el patentamiento de vehículos nuevos, 2,6%; consumo de energía eléctrica industrial, 0,6%; producción láctea, 0,6%; consumo de cemento, 0,4%; puestos de trabajo, 0,3%, ventas en supermercados, 0,2% y recursos tributarios, 0,2%.
En tanto, fue negativa la variación para las siguientes series: molienda oleaginosa, -2,4%; remuneraciones reales, -2,5%; faena de ganado bovino y porcino,-2,7%; consumo de hidrocarburos por parte de la agroindustria y del transporte, -2,7%; venta de maquinaria agrícolas, -3,5%: consumo de gas industrial, -3,7% y demanda laboral, -4,0%.
Síntesis y perspectivas
En diciembre de 2020, la tasa de variación interanual se ubicó en 1,6%, manteniéndose entre las bandas estadísticas que indican un ritmo de crecimiento promedio de largo plazo. La recuperación observada luego del aislamiento duro perdió potencia y la actividad retomaría la senda de los últimos años, dice el informe del Centro de Estudios.
El 2020 estuvo signado desde sus comienzos por los efectos del contexto recesivo, agravado por las condiciones de la macroeconomía nacional desde agosto de 2019. La irrupción de la pandemia empeoró la situación, llevando la actividad económica provincial a niveles de 2010.
A partir del segundo trimestre empiezan a recuperarse los indicadores relativos al consumo de bienes durables, producto de la oportunidad frente al contexto de devaluación e inflación, y además porque estaban en sus peores niveles en términos históricos. Esta situación continúa hacia el final del período, pero sin tendencia firme; el año finaliza con caídas acumuladas en los indicadores del sector industrial, así como también del mercado laboral.
En síntesis, “todavía no se están viendo señales de una recuperación genuina que permita volver a hablar de crecimiento en el corto plazo”, concluye el informe del Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.