Soja Mercosur: la inestabilidad climática le pone suspenso a una cosecha récord
Cambio climático, Niño con características débiles y un régimen con distribución anómala de lluvias; todo un combo al que se le agregan fluctuaciones térmicas y eventos extremos. ¿Cuáles son las áreas de incertidumbre? La producción del Cono Sur ante serios interrogantes.
Un artículo elaborado por el doctor José Luis Aiello, asesor climático de la Bolsa de Comercio de Rosario, advierte que el resto de la campaña sojera en el continente sudamericano estará condicionada por una alta variabilidad climática. La cosecha récord que se espera en Brasil y las más de 50 millones de toneladas estimadas en Argentina, tendrán el impulso de un fenómeno El Niño de tipo moderado, pero se encuentran amenazadas por la continuidad de una “alta volatilidad”, que se viene manifestando con picos térmicos (altos y bajos) y descargas muy intensas de precipitaciones.
Aiello explicó que el balance de precipitaciones al final de noviembre fue favorable para la región del Mercosur. Brasil, específicamente la zona del Mato Grosso, donde la campaña transita sin mayores altibajos, es una de las regiones beneficiadas. La zona sur también responde con un buen comportamiento de lluvias; si bien llegaron algo retrasadas, Paraná y el centro norte de Río Grande do Sul, lograron alcanzar los valores esperados para el avance de la siembra.
En Argentina, las lluvias también tuvieron un excelente comportamiento, inclusive con desvíos positivos. La provincia de Córdoba, una de las principales tributarias a la producción nacional, es la insignia de la recuperación, donde las principales ciudades productoras superaron en promedio los 150 mm en el ante último mes del año. Dentro de los ejemplos más importantes, fácilmente visible en el mapa de elaboración propia, Marcos Juárez y Río Cuarto llevan la delantera con 263,5 mm y 182,2 mm respectivamente. Si nos adentramos hacia la provincia de Santa Fe y Entre Ríos, también los acumulados superan los valores medios esperados con 388 mm en Sauce Viejo y 290 mm en Paraná.
Por su parte la región agrícola de Paraguay permanece con un buen régimen de lluvias recostadas principalmente sobre la zona central. Por el contrario, Uruguay continúa sin consolidar una buena performance de precipitaciones dilatando las tareas de siembra.
Foto: BCR
Sin embargo el climatólogo advirtió que, a pesar del optimismo que predomina entre la mayoría de los productores y los distintos eslabones de la cadena productiva, el centro de atención radica en la coyuntura climática dada por la alta volatilidad en la que se encuentra la atmósfera. Aunque hubo buenas lluvias, “es necesario mencionar que la mayoría de ellas se sucedieron en menos de 24 horas, perjudicando, entre otros factores, el inicio de la etapa vegetativa del cultivo e inclusive teniendo que planificar re-siembras”.
Otro factor clave que remarcó Aiello es el comportamiento térmico, el cual ha tenido desvíos tanto positivos como negativos. Por un lado, un mes antes del inicio del verano se registraron intensos calores, al igual que mínimas por debajo de los 3 ºC. En este sentido, la transición intermensual proyecta otro desplome de las temperaturas, tanto mínimas como máximas.
“Desafortunadamente, la proyección a un escenario normal dentro de un marco de parámetros estándares es una utopía”, subrayó el experto. La autoridad e influencia que impone el cambio climático -explicó- adicionando un incipiente evento Niño de características débiles generan un contexto donde ganan frecuencia los eventos anómalos, desde temperaturas que adelantan o atrasan estaciones hasta acumulados de lluvias que, en menos de 24 horas, superan, duplican o triplican la media mensual esperada.
“La extensa área que cubre el Mercosur, donde la proyección de producción de del USDA para el informe de noviembre alcanzaba a 191 Mt de soja entre los países integrantes -es decir, casi el 52 % de la producción total mundial- plantea interrogantes de alta importancia para la producción en su conjunto, que decantan en una sola respuesta, el monitoreo climático”, concluyó Aiello.