Reconquista, epicentro tecnológico del algodón
La semana pasada se desarrolló un posgrado al que asistieron 45 cursantes de Colombia y Paraguay, así como de Chaco, Formosa, San Luis y Santiago del Estero, con docentes locales, brasileños y norteamericanos. Agricultura de precisión y robótica fueron los ejes.
Durante cuatro días, del 10 al 13 de septiembre, el INTA Reconquista fue el epicentro tecnológico para la producción algodonera nacional y regional, con el desarrollo de un posgrado al que asistieron 45 cursantes de Colombia y Paraguay, así como de Chaco, Formosa, San Luis y Santiago del Estero, con docentes locales, brasileños y norteamericanos.
Se trató de la quinta edición del curso “Bases ecofisiológicas para la producción sostenible de algodón y su impacto en los procesos agroindustriales”, que esta vez también incluyó agricultura de precisión y robótica. Fueron nueve horas académicas con una parte teórica con disertaciones y espacios prácticos en el Laboratorio de Biotecnología y en el laboratorio e invernadero de la Experimental. Y se destacaron dos disertantes internacionales: del Dr. Joao Da Silva de EMBRAPA (Brasil), investigador que trabaja en biotecnología y mejoramiento genético; y del Dr. Glen Rains, de la Universidad de Georgia (EE.UU.). En ambos casos, instituciones con las que el INTA se encuentra realizando trabajos conjuntos.
“Con EMBRAPA estamos trabajando actualmente en el marco del Postgrado del Ing. Pablo Dileo, es una convenio de cooperación”, explicó el Dr. Marcelo Paytas, investigador de INTA Reconquista y director del posgrado. Mientras que con la Universidad de Georgia “tenemos vinculación a través del Comité Internacional del Algodón”, agregó. Se trata de una institución con una trayectoria extensa en desarrollo de Robótica e Informática aplicada a la Agricultura.
Rains presentó 3 estadios de desarrollos en Robótica. La primer parte sobre agricultura de precisión, así como con siembra y riego variable. Luego comentó los avances logrados en la implementación de plataformas multipropósito, inteligentes, “que ingresarían a los lotes a realizar diferentes tareas, cómo la siembra, la cosecha, el control de malezas a través de sistemas láser, pulverización de insectos, etc.”, dijo Paytas.
Y precisó: “Para ello se puede utilizar drones o dispositivos terrestres que levantan información de cómo es el terreno, luego se lo lleva a un software, se hace un mapa de características de ese suelo, conductividad eléctrica, humedad, etc. y después con ese software se alimenta la plataforma robótica que físicamente sale al lote y va realizando las aplicaciones necesarias en función de las características de ese suelo. Por ejemplo si en lote hay parches donde tenés suelo de mala calidad pasa la plataforma y se incrementan las dosis de fertilizante. Estas plataformas están en grado experimental”.
Para el santafesino, haber compartido el espacio con estos disertantes permitió a los asistentes visualizar un horizonte a futuro y ver hacia dónde va el sector. “Hoy nos parece casi imposible pensar en un control de malezas con la implementación de un láser que quema o que corta, al igual que el mapeo de suelo”, dijo. Actualmente en Argentina no se trabaja a ese nivel, pero sí en software e información disponible, como los drones y máquinas de siembra y cosecha de precisión. “Esta -dijo sobre tecnologías como el láser- no es una alternativa para todos los países productores de algodón (más de cien), sino para un nicho”, dijo el técnico de INTA, y lo comparó con el trabajo que actualmente se realiza para producir fibras trazadas.