Prevén que la próxima siembra de trigo sea la más alta de los últimos 20 años
La próxima siembra de cereales de invierno será 2% superior a la de la campaña anterior, mientras el cultivo del grano más importante, el trigo, crecerá 3%, hasta 6,8 millones de hectáreas, “la mayor superficie de los últimos 20 años”, anticiparon hoy economistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires durante el lanzamiento de la campaña fina 2020/2021 que se realizó en forma virtual.
La experta en estimaciones agrícolas de la entidad, Daniela Venturino, recordó que el año anterior la siembra de trigo fue de 6,6 millones de hectáreas, al hablar en el acto de lanzamiento de la próxima campaña fina en la Bolsa de Cereales porteña.
“En el informe precampaña elaborado por la Bolsa de Cereales se estimaban 6,7 millones de hectáreas, y el aumento de 100.000 hectáreas se vincula con las buenas perspectivas climáticas y los escenarios económicos favorables”, explicó Venturino.
La especialista destacó que el área destinada al cultivo de trigo creció 61% entre las campañas 2015-16 y 2019-20, mientras bajó la superficie correspondiente a cebada.
“Las previsiones de humedad suficiente y abastecimiento hídrico, por las lluvias de los últimos días, apuntalaron la intención de siembra de trigo”, remarcó Venturino.
Sumando al cereal una previsión de siembra de 950.000 hectáreas de cebada (5,5% inferior al ciclo previo), el área total para los cultivos de invierno llegaría a 7,75 millones, lo que representa una suba interanual estimada de 1,97%.
El analista de la Bolsa de Cereales Juan Pablo Gianatiempo respaldó esos pronósticos, tras señalar que el precio futuro del trigo para el productor hacia enero de 2021, “se encuentra en promedio en niveles similares a los de la campaña pasada, y si se toman las dos últimas semanas de abril, se ubica por encima de enero de 2020”.
Además, “la relación de insumo producto para el grano mejora 13%, frente al ciclo anterior, y es más favorable que en las últimas cuatro campañas, por la caída de precio tanto de herbicidas y fertilizantes, como de los combustibles”, destacó Gianatiempo.
Fundamentó luego las buenas perspectivas para el grano porque se trata de un “producto esencial para el consumo, con menor elasticidad ingreso”, y por la “recomposición de las dietas ante la caída de los ingresos en los países en desarrollo”, que se vuelcan al consumo de cereales.
El trigo, además, demuestra una “relativa independencia respecto de los mercados energéticos”, a diferencia de maíz y la soja, mientras las medidas restrictivas para el comercio internacional pueden provocar “picos de precios”, como en 2008-09 y 2011-12.
Gianatiempo hizo notar asimismo que los stocks mundiales de trigo “están en niveles récord, pero concentrados en China, que tiene baja participación en el comercio internacional del grano”.
Fuera de ese país, advirtió el analista, la relación stock consumo “es una de las más bajas de las últimas campañas, sumamente ajustada y con menor capacidad de reacción” ante eventuales problemas en la oferta por cuestiones climáticas en algunas regiones del Mar Negro y partes de Europa.
El investigador de la bolsa porteña Juan Brihet, remarcó a su vez la elevada incidencia esperada por la tendencia ascendente en el uso de fertilizantes, que creció 7% entre la campaña triguera de 2018-19 y la de 2019-20 (de 1,5 a 1,6 millones de toneladas).
Para el ciclo 2020-21 se proyecta “una nueva suba de entre 4 y 6%, hasta 1,66 o 1,7 millón de toneladas”, calculó el especialista.
Brihet indicó que “el uso de fertilizantes para el cultivo de trigo más que se duplicó frente a cinco años atrás, cuando se utilizaron 700 mil toneladas, y eso permitió avanzar en la calidad de la producción, con un aumento de 0,5 puntos de la proteína en grano”.
“Se logró así con el trigo un nuevo estándar a nivel global en los últimos cuatro años”, concluyó el analista de la Bolsa de Cereales.
Telam