Mucho ruido y pocas nueces
El decreto presidencial beneficia a Pymes primarias y agroindustriales. Significativo “silencio” del comercio local, que no está alcanzado por el beneficio. Y evaluación crítica de la Unión Industrial de Santa Fe.
Por ahora hay silencio en el Centro Comercial de Santa Fe; no hubo beneficios para ese sector en el último anuncio presidencial, a pesar del rostro evidente de locales desalquilados. La rebaja de contribuciones patronales hasta $ 17.509,20 por mes por trabajador es para 47 ramas del “sector primario agrícola y algunas actividades incluidas en el sector industrial”.
El beneficio alcanza a empleadores de unas 232.500 personas en 23.700 firmas de economías regionales. El Decreto 128 que publica el Boletín Oficial reglamentó el aumento del mínimo no imponible de la contribución patronal a quienes “se encuentran atravesando una situación económica financiera crítica, que obstaculiza el debido cumplimiento de las obligaciones impositivas y de la seguridad social”. Una crisis que excede sin embargo al universo aliviado.
El titular de la Unión Industrial de Santa Fe, Javier Martín, evaluó que la decisión del presidente y su ministro Dante Sica “es una medida positiva” que “contribuye con una disminución de la presión fiscal”, medida que “venimos pidiendo hace tiempo y es bienvenida porque beneficia al conjunto de sectores ahogados.
“Pero tiene sabor a poco -dijo el industrial-, por el hecho de que el alcance es limitado a un conjunto de sectores en un contexto muy adverso. Termina siendo una aspirina para una enfermedad gravísima, en un modelo que beneficia a lo financiero sobre lo productivo”.
Respecto de las expectativas del sector fabril sobre la continuidad de medidas anticipadas ayer por Macri, Martín recordó que “la UIA le propuso 35 medidas de corto y largo plazo para reactivar la economía; estamos aguardando que se decidan a reactivar la actividad y sobre todo el mercado interno, del cual depende el 90 % de las Pymes”.
Consultado si hay mejoras al menos en el 10 % de las pymes exportadoras, añadió que “el sector viene golpeado por el incremento de los costos a raíz del proceso inflacionario” y “por la implementación de más retenciones”. Señaló que con el dólar quieto en los últimos meses, más inflación y retenciones, “se anula en muchos casos el margen comercial” de las ventas al exterior.
Con cautela
A nivel nacional, el titular de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, Gerardo Díaz Beltrán, dijo que la medida -que entra en vigencia el mes que viene- “es una herramienta para fomentar la competitividad y generar más y mejor empleo”.
Por su parte, desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) mostraron su “satisfacción” por la medida y que la misma significa un “avance concreto” en cuanto a la recuperación del sector.
Desde la entidad empresaria consideraron que dicho beneficio es “producto, centralmente, del diálogo con las cámaras que representan a los productores y empresarios de todo el país”, al mismo tiempo que manifestó “su apoyo a las medidas del gobierno nacional para favorecer a las economías regionales”.
Desde el Centro Azucarero Argentino (CAA) se destacó que la medida representa un alivio para la actividad y, en consecuencia, “para todo el NOA”. “Esto constituye un paso importante entre los que puede dar el gobierno para revitalizar, en nuestro caso, una cadena productiva integrada desde miles de cañeros hasta los ingenios, y que incluye la producción de azúcar, la destilación, la deshidratación y la cogeneración”, indicó al respecto el presidente del CAA, Hernán Maurette.
Sí, pero…
El titular de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni -el primer presidente de la entidad que proviene de las economías regionales y no de la pampa húmeda- evaluó que “no podemos catalogar de malos los anuncios. En principio, es una medida buena, ya que apunta a descomprimir la presión impositiva. Pero creo que con esto no alcanza para atender las muchas necesidades de los productores más pequeños. Hay que observar la falta de rentabilidad que vienen arrastrando desde hace años, así como también la inexistencia de herramientas contundentes a la hora del financiamiento”.
El artículo 3 el decreto 128 invita a las provincias y a la ciudad de Buenos Aires a “promover una reducción de los impuestos, tasas y contribuciones sobre las actividades comprendidas en la presente medida”.
Ruralistas piden más
Desde el sector agropecuario expresaron su beneplácito por la medida anunciada por el gobierno nacional, aunque advirtieron la necesidad de otras que pueden apuntalar la reactivación. “Si bien las medidas pueden parecer insuficientes, hay que destacar la iniciativa y en que éste es el camino, para que sigan buscando alternativas para la producción”, aseguró el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto.
“Está muy bien promover el sector del trabajo, el empleo, las pymes, y poner el foco en la competitividad como dijo el presidente. Coincidimos en su diagnóstico. Indudablemente es hacia donde debemos ir. Luego esperemos que esto se complemente con otras medidas. Porque hay que solucionar también aspectos vinculados con la presión tributaria, el problema de la tasa de interés y una situación financiera”, agregó.
Por su parte, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, afirmó que “hay que ver la resolución cuando se publique, porque todavía no sabemos a qué convenios laborales alcanza, ya que no sabemos qué producciones van a ser beneficiadas y qué etapas del trabajo.
“Puede ser que éste sea el primer paso de varias medidas más. Lo de hoy tuvo gusto a poco. Por supuesto, todo lo que sirva para mejorar la situación de la producción nosotros lo sentimos, pero hay que ir por más”, concluyó Chiesa.
Por último, el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, remarcó que “en sí no es una medida mala”, pero que “hacen falta otras medidas, en especial, para el sector primario”.