Los desafíos más urgentes que tiene la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis
La nueva ministra tendrá que sortear una serie de problemas no sólo para cumplir la segunda revisión con el FMI, sino para remontar un panorama económico que si bien crecerá al finalizar el 2022, lo hará en un clima de profunda tensión.
Julio ya era un mes desafiante incluso antes de la salida de Martín Guzmán. Pero a la luz de los acontecimientos, la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, tendrá que sortear una serie de problemas económicos no sólo para cumplir la segunda revisión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sino para remontar una economía que si bien crecerá, lo hará en un clima de tensiones políticas y en la previa de un año electoral.
- Subsidios
La demora en la implementación del nuevo esquema de segmentación tarifaria habría sido el detonante de la dimisión del ex ministro, Martín Guzmán. El nuevo ministro o ministra deberá lidiar con mayor respaldo, el mismo problema. Por el impacto de la guerra en los precios internacional de la energía, el Estado tuvo que incrementar el gasto en subsidios. Según el Presupuesto presentado recientemente, el aumento de los subsidios energéticos representa unos $459.000 millones, un 66% más.
Pese a que se espera que en el segundo semestre se espera reducir las partidas por cambio de estacionalidad, lo cierto es que el Gobierno deberá llegar a cumplir la meta del 2,5% de déficit fiscal primario acordado con el FMI y el primer lugar a mirar son las tarifas.
Los subsidios al sector energético pasaron a ser una parte importante del gasto público, y en especial del déficit fiscal de la Administración Central. En el primer caso su relevancia se elevó de 5,2% en 2019 a 10,6% en 2021; y en el segundo saltó de 26,6% a 67,4%, entre esos años. Avanzar o en tal caso, no avanzar será tarea política y económica del nuevo ministro o ministra que ocupe la silla.
- Inflación
Aún en niveles elevados, la inflación había acumulado dos meses consecutivos de desaceleración. Luego del pico de 6,7% en marzo, el IPC subió 6% en abril y 5,1% en mayo. Sin embargo, esta tendencia se habría frenado en junio. Es que, de acuerdo a las primeras estimaciones de las consultoras privadas, los precios minoristas treparon entre 5,2% y 5,5% durante sexto mes del año. El nuevo ministro deberá lidiar con una expectativa de inflación muy elevada.
Según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el Banco Central, los analistas consultados proyectan una inflación para 2022 por encima del 70%. El nuevo dato de inflación, ya parece haber roto las expectativas del ministro saliente sin poder reflejar la desaceleración de precios. Romper la inercia, será una tarea titánica.
- Reservas
Desde el lunes, día en que el Central anunció más restricciones en el régimen de importaciones, y hasta el jueves la entidad compró dólares de manera sostenida. Esto le permitió cumplir con su meta de acumulación de reservas para la primera mitad del año.
Según datos oficiales, el jueves las reservas cerraron hoy en u$s42.784 millones en términos brutos, unos u$s4.780 millones por arriba del cierre de la semana pasada, gracias a haber acumulado más de u$s1.500 millones en compras en el mercado cambiario y a la transferencia de unos US$4.000 millones en DEG que envió el FMI tras la aprobación de la primera revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas. Sin embargo la tendencia se revirtió el viernes con la venta de u$s190 millones, algo que vuelve a encender las alarmas.
Según expresó Miguel Kiguel, en su último informe semanal tras la medida del Banco Central, afirma que “la escasez que genera el torniquete importador es inflacionario y demás está decir que si se para la economía, la recaudación tendrá que sufrir de manera que el problema fiscal, la madre de todos los problemas, sufrirá un nuevo golpe”.
La coordinación entre Economía y el Banco Central para cuidar las divisas e incrementar las exportaciones en un momento donde no se contará con el grueso de divisas de la cosecha, vuelve a generar expectativas negativas sobre lo que queda en el resto del año.
- Mercado cambiario
El mercado cambiario está en medio de la turbulencia. La brecha será la variable clave a monitorear y los economistas esperan que se mantenga en torno al 90% y el 100%. Las tensiones y los cambios políticos y económicos nunca traen un buen augurio. La brecha de los dólares alternativos no tienen un impacto directo en la inflación, pero sí en las expectativas además de desalentar las exportaciones.
Cuando el lunes reabran los mercados se encontrarán con que Martín Guzmán ya no es el ministro de Economía. El ministro que renegoció la deuda externa y hablaba de “normalizar” la economía dejó su cargo este sábado tras enfrentar críticas desde el propio oficialismo, concretamente del ala kirchnerista del Frente de Todos. Con ese nuevo escenario es que volverán a operar los dólares, que vienen de días de fuerte tensión cambiaria. Por ahora todo es una incógnita.
“No hay muchas opciones de lo que podés hacer: con pocas reservas, un serio problema fiscal, falta de financiamiento, inflación tan alta, brecha también alta, las medidas que tomes van a ser traumáticas. Si querés ir por el lado de expansión y el estímulo a la actividad chocás con la inflación, pero si corregís equilibrios también chocás con devaluación e inflación”, opinó Miguel Kiguel.
Para Diana Mondino “vienen meses muy difíciles”, recomendó comprar dólares y “abrocharse los cinturones”. La mayoría de los economistas coincide en que la economía enfrentará más saltos cambiarios que le pongan presión a la inflación.
Según el analista, “el próximo semestre es muy complejo y si no se cumple con el acuerdo o se defaultea, la situación política y económica será peor porque hay que tomar medidas ya”, señaló. “No hay márgenes en el mercado de pesos y de dólares para hacer cambios radicalizados”.
- Financiamiento
A mediados de junio se produjo un colapso de la cotización de los bonos en pesos ajustables por inflación, claves para el financiamiento del Tesoro y para que Economía pueda cumplir la meta del Fondo de no contar con más del 1% del PBI de financiamiento con emisión del Banco Central. Si bien, Finanzas pudo sortear las últimas licitaciones con éxito dado el contexto, las incógnitas vienen hacia adelante.
La intervención del organismo para sostener el precio de los bonos generó dudas a los agentes financieros sobre la estrategia económica. Como siempre en la economía argentina, todo se basa en el juego de expectativas.
En lo que va de junio (con datos hasta el 27) el Banco Central emitió más de 460.000 millones de pesos para comprar bonos, aunque el verdadero número para el cierre del mes es al menos de 600,000 millones. A esto se le suman adelantos transitorios (ayuda al Tesoro a tasa cero) por 377.000 millones más, es decir que serán cerca de 1 billón de pesos. Recomponer las finanzas y la confianza del mercado será una tarea titánica para el nuevo responsable de la cartera económica.