Las cadenas agroindustriales generan el 22% del empleo privado en el país
En Argentina, durante 2018, las cadenas agroindustriales (CAI) generaron 3.716.317 puestos de trabajo; 2 de cada 10 puestos de trabajo privados se generaron en las CAI, representando el 22% del empleo privado a nivel nacional. Si se tiene en cuenta el empleo privado más el público, las CAI explican el 18% del total del empleo en Argentina”.
Los datos están contenidos en un reciente informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina con sede en Río Cuarto (Córdoba). David Miazzo, economista en jefe, explicó a El Litoral que esas cifras “consolidadas” son las últimas disponibles, pero probablemente sean aún mejores en 2019 gracias a la gran campaña agrícola de ese año, y hayan bajado menos que el resto en el marco de la pandemia.
A pesar del peso relativo en trabajo, alimentación del mercado interno y generación de divisas, el sector es sin embargo víctima de una suerte de desprecio frente al empleo para manufacturas de origen industrial. “Cuando la gente que no conoce bien al sector piensa sobre el empleo en el agro, piensa en el campo, en una cosechadora que no demanda muchos puestos de trabajo. Y lo que tratamos de medir y mostrar es todo el eslabonamiento en las cadenas.
“Está el insumo, la producción de la maquinaria, el cultivo en sí mismo, la cosecha, el transporte, la comercialización y la industrialización. Cuando tenés la concepción integral de la cadena, se termina viendo todo su potencial”, explicó Miazzo ante la consulta.
Detalló que “de los 3,7 millones de puestos de trabajo, el 38 % es el eslabón ‘primario’ de producción. Los otros dos tercios son el resto. Las cadenas regionales son mano de obra intensiva, sobre todo frutas y verduras que además no tienen mucho procesamiento; hay cadenas con mucho eslabonamiento como el trigo, donde están la harina, la panificación, las pastas, la comercialización, donde la participación del primario es más baja”.
Discursos y después
Al recordársele que el “supermercado del mundo” de Macri o el “agregado de valor” de Fernández no padecen grieta pero no hacen expandir al sector, Miazzo apuntó que “hay muchísimo potencial en casi todas las cadenas. En las de granos tenés para crecer mucho en productividad y valor agregado. En carnes hay mucho para crecer en cadenas como la porcina”.
“Hay regiones que llevan muchos años de problemas: peras y manzanas; realmente Argentina tiene una baja proporción del comercio internacional excepto en algunas como limones. Hay potencialidad para hacer crecer producción y exportaciones”, aseguró.
Consultado sobre los obstáculos a tal potencial, explicó que “los principales desafíos pasan por una macroeconomía ordenada, que es la principal cuestión para generar un mínimo grado de certidumbre que permita el desarrollo de las inversiones. No se producen no porque no haya un buen negocio, sino por la propia inestabilidad y la incertidumbre, más allá del negocio en sí mismo”.
Apuntó además a la falta de financiamiento. “Cuando hay inestabilidad, el financiamiento es de corto plazo, no para los proyectos de escala, para las agroindustrias que requieren millones de dólares de inversión como un frigorífico. Hay financiamiento de capital de trabajo, pero no para agrandar una planta”.
Por último mencionó a “la cuestión impositiva, muy complicada para el agro en particular y en la Argentina en general. También están las cuestiones estructurales como caminos, energía… para las Pymes el cuadro se ve agravado porque los problemas son más grandes cuanto más chica es la empresa”
Informalidad
“En la cuestión impositiva las empresas grandes tienen más capacidad para afrontar exigencias, pero la presión empuja a la informalidad a muchos sectores. Eso complejiza y dificulta la competencia a las empresas que hacen las cosas bien y trabajan en blanco frente a los que lo hacen en negro. La presión impositiva también incide como incentivo a la informalidad, que le hace daño a la escala del crecimiento y obliga a quedarse en chico, no se factura más ni se toman empleados”
China
“La cadena porcina explica 2,8% del trabajo en las CAI; es una de las que más potencial tiene, es nueva relativamente en la argentina -15 a 20 años- respecto de la cadena bovina (11,4% del empleo en las cadenas) que tiene más de cien años. Ha venido creciendo con capitales argentinos; pase o no lo de las inversiones chinas, puede ser con los propios actores argentinos. Sólo necesita reglas de juego claras, financiamiento”.
Federalismo
“Una de las principales características del empleo del agro es su condición federal. No se concentra en las grandes ciudades; crea oportunidades en el interior. La cadena bovina está en todas las provincias, la soja o el maíz en 15 provincias, las frutas y verduras generan trabajo donde no hay otra actividad económica prácticamente”.