La soja subió más de US$ 22 en Chicago y cerró en su máximo de casi 10 años
Ante la agudización del ataque de Rusia a Ucrania, la soja cotizó este martes a US$626,66 en Chicago, con un repunte de US$ 22,51, registrando su mejor cierre en casi una década. También se observaron importantes subas en los cereales, con una variación diaria de US$ 27,10 en el trigo, que alcanzó los US$ 368,08 por tonelada, y de US$ 16,63 en el maíz, que superó los US$ 291.
El consultor Fernando Perosio señaló: “La soja sigue, psicológicamente, lo que suceda con el conflicto ucraniano-ruso. Por otro lado, mantiene su firmeza, que es la real y con fundamentos, de que no ha llovido en Brasil. En Argentina llovió un poco. Pero, por más que llueva, no se va a incrementar la producción y en todo caso se va a detener el deterioro. Eso le da soporte al mercado”.
A eso, agregó, hay una demanda que se mantiene firme, con una compra de 264 mil toneladas que este martes se realizó por parte de China a Estados Unidos. “Y China va a seguir comprando, porque todavía está atrasada con los compromisos. Tampoco tiene muchos más lugares para ir a comprar, porque Brasil tiene problemas y en Argentina no habrá soja nueva hasta mayo. Pueden hacerse compromisos de entrega de ventas, pero con mercadería no disponible. Que es un poco lo que están haciendo con EEUU, que está haciendo entregas al 2022/23″, analizó.
El director de la corredora Kimei Cereales, Javier Buján, evaluó: “El conflicto sigue impactando, esta suba tiene que ver directamente con ese factor. Fundamentalmente en lo que es trigo, en segundo término en lo que es maíz, y después el arrastre de la soja se relaciona más con la suba del petróleo, sobre todo en lo que es el aceite, que es lo que más sube, empujando a la harina y el poroto”.
El evento bélico, acotó Perosio, tiene un mayor impacto sobre los cereales. Sobre eso, consideró: “Ucrania y Rusia están entre los mayores exportadores del mundo y en este momento están ausentes. El trigo mantiene su firmeza en base al evento bélico. Pero si se llega a un acuerdo para que se frene la guerra, vamos a tener 2 o 3 días con bajas llegando al límite diario”.
En el caso del maíz, consideró que también sucede un fenómeno similar, dada la preponderancia que tiene Ucrania en el comercio de ese cultivo. “En la medida que no se pueda cargar, porque está cerrado el Mar de Azov invadido por los rusos, tampoco habrá provisión de maíz”.
También recordó que la suba del petróleo, por el ataque ruso a Ucrania, tiene un impacto en la mayor demanda de combustibles alternativos, elaborados en base a maíz y soja, principalmente. “Van a tener más demanda porque el precio del petróleo se va a las nubes”.
Girasol al alza
A su turno, Buján remarcó que además el valor del girasol se ve muy presionado al alza por el ataque ruso a Ucrania, ya que ese país es el mayor exportador del mundo. “Algo que no se ve en el mercado (de Chicago), porque las cotizaciones son sobre Rotterdam, es que el aceite de girasol queda muy expuesto. Por eso, también muchos países presionan sobre el aceite de soja por ese faltante”.
Al respecto, indicó que la semilla de girasol, en plena campaña, subió US$ 60 entre el jueves 24 y el viernes 25, que fue el último día hábil antes del fin de semana largo de feriados de carnaval. “El precio que hoy está recibiendo el productor, por semilla de girasol común, está en los US$ 560 por tonelada, lo que representa una suba aproximada del 10%. Mientras que el oléico, que es la variedad utilizada para la mayonesa y demás, está en US$ 600”.
Aumenta el costo de los fertilizantes
Perosio aclaró que el impacto en el sector energético, ya que Rusia es el principal proveedor gasífero de Europa, también incrementa los valores de los fertilizantes, al depender estos productos del gas y el petróleo.
Al respecto, comentó: “Hace 5 o 6 días, en EEUU estimaban que los productores sembrarían más soja que maíz por el costo de la siembra, básicamente por el fertilizante, que está carísimo. Pero ahora que ha subido tanto ese cereal, no van a perder tantos acres como se pensaba”.
Por último, evaluó: “A pesar de que China se propuso aumentar su producción de soja en los próximos años, para no ser tan dependiente de las importaciones anuales de unas 110 millones de toneladas, en el mediano plazo vamos a seguir con precios muy altos porque es lenta la recuperación de las producciones (por la sequía en Sudamérica)”.
En tanto, según Buján, será “imposible de determinar hasta dónde va a llegar” la tendencia alcista. “Todo tiene un límite, si mañana te encontrás con alguna novedad de posible acuerdo (entre Rusia y Ucrania), quizás el mercado cae la mitad o todo lo que subió. La verdad que no puede saberse. Lo concreto es que tenés un grave problema mundial con el trigo y el aceite de girasol, sumado a todo lo que es el petróleo y gas, que también le pega al encarecimiento del flete, la urea e insumos importados”.