Inundaciones: las pérdidas en girasol, soja y maíz alcanzan los 2.300 millones de dólares
Así surge de un informe realizado por Confederaciones Rurales Argentinas. El temporal también provocó pérdidas en el sector ganadero.
Las pérdidas en las provincias del norte argentino por las inundaciones resultan millonarias en soja, girasol, algodón y pasturas y forraje para el ganado. Así lo señaló el último informe de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), donde se estimó un perjuicio de 2.300 millones de dólares solamente en soja, maíz y girasol.
A esto habrá que sumarle los daños registrados en el caso del algodón, donde el anegamiento de campos malogró el desarrollo de este cultivo en más de 7.000 hectáreas, generando allí un daño cercano a los 7 millones de dólares. También se contabilizan “importantes pérdidas” en la actividad del arroz en las provincias del Litoral.
Según CRA, “los pequeños productores son los más afectados” por la inundación de campos en el norte argentino, y estimó que “la declaratoria de Emergencia en las Provincias, junto con el paquete de medidas anunciadas tendientes a tratar de dar un poco de aire a los productores damnificados, si bien no son un salvavidas, ayudan a paliar la difícil situación por la que están atravesando”.
“El productor tiene que enfocar toda su atención en recomponer su capital productivo, que es también el capital productivo del país, y que la administración pública se aboque a establecer las medidas para que el esfuerzo sea apuntado a este fin, sin distorsiones impositivas ni de otra índole en el mediano plazo”, refirió la entidad confederada.
En materia de agricultura, esto también se evidencia en los lotes cubiertos con girasol, donde por el anegamiento de campos se constató la “pérdida total de lotes, y lo poco que se pueda cosechar tendrá que enfrentar los descuentos por calidad (manchado y humedad), caso similar a lo que pasará en la soja”.
Por ello, en cultivos tales como soja, maíz y girasol, se estima una pérdida de USD 2.300 millones por la merma que registraría el volumen a cosechar, la necesidad de dejar lotes fuera de producción, el cierre de la ventana de siembra y, en caso de lograr cosechar, el esperado descuento que sobrevendrá a la hora de comercializar los granos con pérdida de calidad por el exceso de lluvias.
Otros cultivos
En el caso del maíz, se suma un adicional como es la imposibilidad de completar los planteos de la rotación típica del norte de segunda y tercera, con una ventana de siembra ya cerrada, para el sur, y con lotes en su mayoría ya jugados, por anegamientos prolongados y sin posibilidades de siembra en esta campaña.
Para el arroz, la pérdida se concentra en la provincia de Corrientes. Los lotes que estaban en floración se perdieron, en tanto que los que no empezaron a espigar tienen una chance. El efecto en lo económico no solo vendrá por la merma de rendimiento sino también por los descuentos por manchado. Con una estimación de 4.000 hectáreas, las pérdidas para el productor alcanzarían los 6 millones de dólares.
Las actividades pecuarias sufren el efecto de las aguas; quizás en una primera etapa tengan mayor flexibilidad que los cultivos para adaptarse a la coyuntura. Pero el daño económico, aunque más extendido en el tiempo, será importante. A los animales que se ahogaron, hay que sumarles los daños en pasturas, campos e instalaciones.
En bovinos, los efectos vendrán no solo por la pérdida de cabezas, sino también por su implicancia en las pariciones, en los porcentajes de descarte de vientres y en el aumento de los costos tanto en alimentación para cubrir el bache forrajero de invierno, como en el plan sanitario requerido después de un evento de esta naturaleza.