Hubo un leve repunte del empleo formal registrado
Por cuarto mes consecutivo, noviembre mostró un crecimiento respecto del mes anterior; sin embargo, aún está por debajo de 2015 y hay disparidad por sectores.
La anunciada recuperación del empleo en la última parte del año, de la que habló el presidente Mauricio Macri e hizo mayor hincapié el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, se vuelve difícil de encontrar incluso cuando se ponen en una planilla de cálculo los números que difunde el Ministerio de Trabajo.
Según las cifras que se dieron a conocer ayer, en noviembre pasado el sector privado formal le dio empleo a 6,19 millones de personas, un 0,4% más que el mes anterior, es decir, que representan 23.441 ocupados más.
Los datos surgen del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Si bien el número es muy chico en comparación con el mercado laboral argentino, encierra un dato auspicioso: con las cifras del undécimo mes del año el Gobierno se anotó el cuarto mes consecutivo de crecimiento en la cantidad de asalariados del sector privado, en comparación con el período inmediatamente anterior.
La serie comenzó en agosto pasado, cuando el repunte fue de 0,2%, mejor que el 0,3% en rojo de junio (julio había terminado casi sin variaciones). Puestas en perspectiva, sin embargo, esas cifras pierden brillo y no alcanzan para convencer acerca de un posible repunte incluso a quienes elaboran las estadísticas oficiales. Sucede que las variaciones del empleo están cargadas de estacionalidad, y la última parte del año suele ser un período en que aumenta el trabajo registrado. Así, cuando se desestacionalizan las cifras, aquel 0,4% se convierte en 0,0%, según sostiene un informe de la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales. Allí también se consigna que, si se compara al último noviembre con el de 2015, el número de asalariados tuvo una caída de 1,1%.
"Conviene ver la tendencia de los últimos meses, que muestra pequeños números positivos. Se puede ver de dos maneras. La negativa: qué lento que crece el empleo. La positiva: qué bueno que ya no cae. Es levemente positivo, pero no se puede hablar de un boom de creación de empleo", señaló Camilo Tiscornia, socio de C&T-Asesores Económicos.
Quizás el caso paradigmático sea el sector de la construcción, el más castigado por la pérdida de empleo en el primer año de gestión de Mauricio Macri. Según los números de Trabajo, el mundo del hormigón y los ladrillos cerró noviembre pasado con 6619 trabajadores más que el mes anterior, lo que representó una mejora del 1,6%. Aunque la foto es buena, la película muestra que en noviembre hubo 33.117 puestos menos que un año atrás, con una retracción de 7,3%, número que, de todas formas, se recortó respecto de los datos de los meses anteriores.
Trabajo hizo hincapié en la parte positiva de la construcción, que "desde mediados de 2016 viene revirtiendo la dinámica contractiva observada a partir de agosto de 2015". Es un típico caso de vaso medio lleno, o medio vacío, que intentó explicar ayer José Anchorena, subsecretario de Políticas y estadísticas Laborales, en diálogo con periodistas. Por caso, sostuvo que en el sector registrado la cantidad de ocupaciones formales del SIPA fue de 12.079.103 (esto incluye a asalariados, autónomos, monotributistas y servicio doméstico). Es un crecimiento de 37.085 ocupaciones en relación con un año atrás y de 38.190 en comparación con octubre. Pero si se corrige por estacionalidad, se crearon 4571 puestos de empleo. Un número positivo, pero marginal.
"Todo el primer semestre arrojó un saldo de 75.717 puestos perdidos y en el período de julio a noviembre hubo un saldo positivo de 135.864", completó el funcionario.
La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que hace el ministerio también alimenta las dudas. En diciembre, el empleo privado formal tuvo una caída de 0,5% con respecto al período anterior y una baja de 0,7% en comparación con igual mes de 2015. Sin embargo, en el cuarto trimestre el empleo mejoró 0,1% con respecto a los tres meses anteriores.