El Gobierno pidió a la UIA que respalde la reforma tributaria en el Congreso
Dujovne almorzó con los directivos de la entidad fabril; dijo que los cambios serán graduales y darán previsibilidad.
La reunión comenzó con el pedido de un minuto de silencio. Lo reclamó José Urtubey, dueño de Celulosa, con el objetivo de homenajear a Arnaldo Etchart, el bodeguero cafayateño que falleció anteayer a los 78 años. Como suele pasar en el fútbol, minutos después de la unidad en el respeto institucional, arrancó el peloteo.
Urtubey aprovechó el envión y reclamó al invitado de honor, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que -como consecuencia de los "atrasos" en el Plan Belgrano- la reforma tributaria contemple un tratamiento diferencial impositivo para el norte del país.
Luego de ser debatida con el presidente Mauricio Macri y el equipo económico anteayer, la reforma tributaria volvió a ser el centro de la discusión en un almuerzo entre el comité directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA) y los autores intelectuales del primer borrador oficial, Dujovne; el viceministro Sebastián Galliani, y el jefe de asesores, Guido Sandleris, ambos especialistas en taxation. A pesar de la compañía, sólo Dujovne respondió las preguntas de los industriales, mientras los comensales se deleitaban con una ensalada caprese, solomillo con salsa de champiñones y papas a la crema, y una copa de frutillas con salsa de chocolate, almendras tostadas, crema y merengue.
Dujovne se negó a dar detalles de la reforma que será presentada probablemente en noviembre, luego del debate por el presupuesto 2018 y de la ley de responsabilidad fiscal en el Parlamento, pero les prometió a los empresarios que será antes de la conferencia industrial que se realizará ese mes.
El ministro sí les adelantó que los legisladores serán los primeros en conocer la letra chica del proyecto oficial. Les aseguró que será gradual, a cinco años, y ofrecerá previsibilidad hasta 2023. Confesó, como suele hacer el Gobierno, que la presión tributaria en la Argentina es alta, de 33 puntos del PBI, y que se expande a los 50 puntos si se tiene en cuenta la economía informal. Por último, tras esquivar las preguntas sobre impuestos que Dujovne consideró "distorsivos", como Ingresos Brutos, créditos y débitos o los gravámenes al trabajo, el ministro de Hacienda pidió a los empresarios que, una vez conocidos los detalles, y si efectivamente los avalan, apoyen al Gobierno en el arduo debate que se espera en el Congreso.
"Alguno de los presentes le dijo que, en la necesidad de que haya más inversiones, cuando haya conocimiento de los detalles, se ayudará a empujar", contó uno de los asistentes. En ese momento, según las fuentes consultadas, Dujovne afirmó: "Sería muy bueno que hicieran esa tarea".
En la presentación que Dujovne realizó anteayer a Macri del borrador de la reforma se discutieron, entre otros puntos, el futuro de Ingresos Brutos y del impuesto al cheque, temas que serán debatidos con las provincias, no sin antes definir la ya mencionada ley de responsabilidad fiscal, el presupuesto 2018 y el conflicto entre las provincias y Buenos Aires por el Fondo del Conurbano.
Pero además se trabajó la posibilidad de reducir la alícuota y de quitar exenciones al IVA; gravar la renta financiera; eliminar exenciones en Ganancias, y reducir Ingresos Brutos en los créditos hipotecarios, para transformarlo en un impuesto a la venta de inmuebles, contaron a LA NACION.
"Fue una muy buena reunión", afirmó Miguel Acevedo, presidente de la UIA, a LA NACION. "Dujovne reconoció que el costo argentino es muy alto y que los impuestos son iguales a los del primer mundo. Y además que hay mucha informalidad y que la presión está concentrada en sólo una parte de la economía argentina", agregó.
Galiani, el único funcionario que habló tras el encuentro, contó que "se habló sobre la marcha de la economía" y sostuvo que los distintos sectores industriales "se están recuperando como viene informando el Indec, en general bien, muy consistente con los datos" que han salido del organismo. Sin embargo, Dujovne recibió cuestionamientos de los sectores textil y del calzado por la caída del consumo, y de los metalúrgicos, por las importaciones.
"Esto sí lo dijo el ministro", explicó Urtubey. "Que hay que sacar el componente de tributación sobre la inflación que hoy muchas veces los balances de las empresas estamos tributando en el aire", dijo el salteño. "El ajuste por inflación en los balances de las empresas es un claro ejemplo de lo que tiene que estar en la reforma impositiva. Dujovne habló de que no iba a estar la inflación como metodología de tributación, con lo cual deduzco que viene por ese lado", cerró.