El algodón santafesino se la juega a una segunda floración
La sequía castigó al cultivo, que muestra bajos rendimientos y escasa calidad de fibra. En el Este sólo recolectaron 3.000 de las 18.000 hectáreas, mientras en el Oeste la cosecha aún no se inició.
Juan Manuel Fernández
La sequía tuvo un fuerte impacto en los cultivos de algodón santafesino y gran parte de los lotes ahora apuestan por una segunda floración con la expectativa de aprovechar los buenos precios y cubrir el mayor porcentaje de los costos posible.
En la zona Este, ubicada en el departamento General Obligado, sólo se cosecharon aproximadamente 3.000 de las 18.000 hectáreas y los rendimientos fueron 50% inferiores a la media. En el Oeste, donde se concentra el grueso de la producción provincial con 35.000 a 40.000 hectáreas, la situación es más diversa entre el sur, donde recibieron algo de lluvia, y el norte, donde las plantaciones completaron el ciclo con 200 milímetros menos de lo normal.
“Bochas muy muy chiquitas; fibra muy corta y de mala calidad, difícil de juntar”, sintetizó Amilcar Martel, profesional dedicado al monitoreo de cultivos en la zona de Villa Minetti. Y si bien el conteo de capullos le permite proyectar “rendimientos muy bajos”, de entre 600 y 1.000 kg/ha, también complica la situación que el escaso diámetro hace pensar que las pérdidas se incrementarán en cosecha. “Mecánicamente no lo podés juntar, no lo engachás con nada; te eleva las pérdidas”, describió.
Por su parte, el presidente de la Asociación para la Promoción de la Producción Algodonera (APPA), ingeniero agrónomo Cristian Zorzón, relató que en el Este el diagnóstico empeora de sur a norte, según el gradiente de lluvias recibidas. En diálogo con Campolitoral, indicó a mediados de marzo se frenó la cosecha a raíz de los bajos rindes, de 300 a 700 kg/ha de algodón bruto, y sobre las 15.000 hectáreas restantes ahora esperan una segunda floración. A su vez, con un factor comercial de 60/70%, el neto serían 200/500kg/ha. “Hay una pérdida superior al 50%”, afirmó.
En cuanto a la calidad de la fibra en la zona, dijo que es de baja resistencia, baja longitud y bajo porcentaje de desmote, que oscila entre 26 y 28%, mientras lo normal para la época es estar arriba de 30%. También reportó “pérdidas en cosecha por cabezal”.
Ahora, la estrategia de esperar una segunda floración servirá “siempre y cuando haga calor, haya sol y no hele temprano”, advirtió. En el mejor de los casos, los rindes no superarían los 1.000kg/ha de algodón bruto. Según explicó, podrían generarse “bochas más o menos grandecitas para la época en que estamos” de entre 2.5 y 3gr de algodón, cuando lo normal está entre 4.5 y 6 gramos. Pero alertó: “una helada cortaría el ciclo” y se perdería prácticamente todo lo que queda.
La expectativa -explicó el técnico- es que los buenos precios que tiene la fibra, entre 20 y 30% superiores al año pasado, puedan compensar algo de la merma productiva. Al menos “pagar un poco los gastos”.
De todas maneras indicó que el panorama es “complicado” y hasta fines de mayo o mediados de junio no habrá datos concluyentes. “Las perspectivas son malas; con los buenos precios a lo mejor alguno la puede pelear”, concluyó.