Continuarían las alteraciones climáticas durante el verano
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires difundió su pronóstico estacional, en el que proyectan para el área agrícola continental la continuación de “fuertes perturbaciones térmicas e hídricas”.
Un reciente informe del especialista en agroclimatología Eduardo Sierra indica que las perturbaciones del clima, que ocasionaron lluvias escasas y temperaturas por debajo de la media en la zona agrícola argentina, tienden a corregirse aunque seguirán influyendo durante el resto del verano.
El trabajo, dado a conocer hoy por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, indica que durante el otoño, el invierno y buena parte de la primavera de 2019 los fuertes vientos provenientes del Polo Sur impulsaron las aguas del Océano Glacial Antártico hacia el Ecuador, enfriando simultáneamente los Océanos Pacífico y Atlántico.
Sudamérica fue inundada por una masa de aire seco y frío, que impidió la entrada de los vientos cálidos y húmedos del trópico, produciendo una intensa sequía continental y un régimen térmico riguroso. Recién a fines de Diciembre de 2019, los vientos polares se moderaron, haciendo que los Océanos Pacífico y Atlántico se calentaran rápidamente.
Para lo que resta del verano, Sierra sostiene que el clima en la región “continuará exhibiendo fuertes perturbaciones térmicas e hídricas”. Sólo Bolivia y el NOA -aclara- experimentarán “una fuerte entrada de vientos cálidos y húmedos, provenientes de la Amazonia, observando precipitaciones muy abundantes con intensos núcleos de tormenta, que causarán riesgos de consideración”.
En cambio, “el resto del área agrícola del Cono Sur continuará observando precipitaciones irregulares y algo inferiores a lo normal, que aportarán agua para el consumo de las pasturas y cultivos, pero no alcanzarán para reponer las reservas de humedad de los suelos”.
También la temperatura continuará observando fuertes oscilaciones, alternándose lapsos calurosos con irrupciones de aire polar. Incluso menciona que las altas cuencas de los grandes ríos recibirán precipitaciones moderadas a abundantes, que activarán el ascenso de los grandes ríos, aunque sin recuperar sus niveles medios.
Respecto el otoño, Sierra indica que la estación traerá un incremento de las precipitaciones, al mismo tiempo que reducirá los requerimientos hídricos de la vegetación, permitiendo la gradual reposición de las reservas de humedad de los suelos en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur.
“No obstante, es probable que el centro de Chile, Cuyo y el sudoeste de la Región Pampeana terminen la estación sin haber logrado reponer satisfactoriamente las reservas de humedad de sus suelos”.
Hacia el final de la estación se presentará el riesgo de que un foco de tormentas se ubique sobre Misiones y las zonas aledañas, produciendo excesos y anegamientos locales, y la crecida del Río Uruguay.
Las entradas de aire polar se harán más frecuentes, produciendo prolongados lapsos frescos, pero con poca probabilidad de heladas tempranas.
La recuperación del nivel de los grandes ríos será lenta, siendo probable que, recién hacia el final del otoño, logren recuperar sus estados normales.