Agro: empieza a crecer la preocupación por clima seco en el sur de Brasil
Dante Romano, del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, analiza la evolución de la siembra en Sudamérica y el escaso alcance de la tregua comercial entre EEUU y China para el mercado granario.
Veremos en esta oportunidad primero un desarrollo de la coyuntura del mercado de granos, y luego un balance de lo ocurrido en 2018 con las perspectvias para el 2019
Mientras el mercado se siente frustrado con las falsas expectativas creadas por la tregua comercial entre EEUU y China, en el sentido que las compras fueron más bien marginales, empieza a emerger otro elemento en el mercado: diciembre resultó muy seco en el centro y sur de Brasil y con productores que apostaron a cultivos tempranos, se teme que pueda haberse producido una caída en rendimiento.
Siembra
Si bien se venía hablando de esto en las últimas semanas, lo cierto es que no era un comentario generalizado. Recordemos que la campaña en Brasil inició muy bien, con una siembra temprana y buena humedad. Esto reduce un tanto el impacto de la seca. Pero los cultivos entraron a etapas críticas de desarrollo y les faltó humedad. En los próximos días las condiciones seguirían siendo secas en el sur, pero luego llegarían las lluvias. Siendo la soja un cultivo que suele compensar, esto genera cierta duda en cuanto al efecto final en la producción.
Tanto la Conab como el Usda estaban pronosticando unas 120 millones de toneladas, pero los analistas privados, ante el muy buen arranque, señalaban que la producción de soja brasileña podría irse a 130 millones de toneladas. Dado que por ahora ninguno ha lanzado nuevas estimaciones, es difícil decir cuál es el número que el mercado tenía tomado, y por lo tanto si los precios subirán fuertemente o no.
En tanto, desde Argentina la siembra de soja inició bien. Lo sembrado temprano se encuentra excelente y tiene muy buenas perspectivas. Pero una vez que las lluvias se desataron, comenzaron a ralentizar la implantación y a generar la necesidad de resembrar lotes. Como las lluvias se están dando en forma muy frecuente, y la fecha se va pasando, el impacto de esto sobre rindes es incierto. Sin embargo debemos decir que los años con excesos de lluvia, en general tienden a ser de buena producción.
Recordemos que a más largo plazo, y especialmente ahora que la tregua comercial parece significar poco en términos de comercio de soja entre los países involucrados, se espera una caída de área de soja importante en Estados Unidos. De concretarse y teniendo Sudamérica una campaña golpeada, los precios podrían mejorar. El problema son los amplios stocks actuales en Estados Unidos.
Por el lado del maíz fue una semana con pocas novedades. El foco aquí está puesto sobre la demanda que venía mostrando muy buenas señales. Pero en la última semana, con el parate parcial del gobierno norteamericano, no se publicaron las exportaciones semanales. Sin embargo analistas esperaban nuevamente más de 1 millón de toneladas.
El problema del maíz es que se espera un aumento de área en Estados Unidos como contracara de la caída de soja.
En Argentina lo sembrado evoluciona muy bien, con lluvias que se alternan con días secos y temperaturas moderadas. Esto favorece el desarrollo de los cultivos de primera. Los tardíos que están en proceso de siembra, tienen que ir esquivando las lluvias para la implantación, pero hay margen para sembrar.
Finalmente, el trigo está en el frente internacional debatiendo si la oferta del Mar Negro está agotándose o si tiene margen todavía.
La reciente noticia de que Rusia elevó las estimaciones de exportación cuando se esperaba una reducción juegan en contra, pero en tanto Estados Unidos viene logrando mejor participación en negocios de trigo.
Demás está decir que para Argentina contar con menor presencia de Rusia/Ucrania en este momento es algo excelente, ya que se está colocando el excedente de la producción que se consumo en nuestro país y Brasil.
Al respecto la cola de buques bajó marginalmente esta semana, pero sigue alta, al tiempo que la trilla está entrando en tramos finales, pero sigue accidentada por lluvias. Los productores van entregando lo comprometido, pero son reacios a nuevas ventas. Pensábamos que por necesidad financiera pasaría todo lo contrario y que los precios bajarían, pero no es así, y se ve un sector que apuesta a vender cuando aparezcan las necesidades puntuales ya sean de Brasil o de los molinos, que por ahora compran a la par del mercado.
¿Qué tal fue el año pasado, como pinta el 2019?
Siempre que llegamos a esta altura del año se hacen balances, se ve lo que dejó el año que se va, y lo que promete el que viene.
En lo que hace al mercado de granos Argentino, el 2018 fue un año muy duro. Inició con una de las peores sequías de los últimos 40 años, que hizo perder unas 20 millones de toneladas de producción potencial de soja y otras 10 millones de toneladas de maíz. Esto mantendrá seguramente al 2018 en los libros de historias.