Un emprendimiento rosarino vende pañales de tela a todo el país
La emprendedora afirma que hay una necesidad mayor debido a motivos “ecológicos, de salud y económicos” y que no son iguales al antiguo “chiripá”. La comparación también es por precio.
El emprendimiento de Pañales de tela Inti nació hace poco más de tres años. Paula comenzó a producir cuando estaba embarazada, producto de ciertas costumbres relacionadas con una elección de vida, como compostar la basura, separar los residuos y buscar alternativas al consumo cotidiano. En un principio, no tenía en mente empezar a venderlos, pero ahora sus pañales llegaron mediante envíos a todas las provincias del país. Principalmente vende a Rosario, Buenos Aires y Córdoba.
Paula sostiene que el público es distinto porque se acercan por diferentes razones: ecológica, de salud y económica. Este último, un detalle que sobresale si se tiene en cuenta el aumento de los pañales descartables en el último tiempo. Según el último informe de la consultora Focus Market, los pañales fueron el producto que lleva un mayor aumento acumulado en todo el año, alcanzando el 130%.
Una de las motivaciones que llevó a Paula a emprender fue el hecho de que su madre también sostiene un emprendimiento de marroquinería, donde trabajaban juntas. Al poco tiempo, tuvo que dejar su trabajo porque se veía superada por la demanda, tanto de pañales como de toallitas de tela.
“No lo tenía planificado, empecé a vender para probar y desde el comienzo el proyecto no paró de crecer”, sostuvo.
Paula considera que una de las justificaciones es que trabaja con “productos de calidad”, destacando que hay muchos modelos y sistemas a disposición. “Pienso la funcionalidad como si se la tuviera que poner a mi hijo”, explicó.
Elegir este tipo de producción le permitió, además, trabajar desde su casa y estar presente en la crianza de su hijo. Paula es quien diseña y hace los pañales, y terceriza la sublimación. A veces recibe ayuda de su hermana con los cortes y trabaja con dos diseñadoras gráficas.
En cuanto a la difusión y el crecimiento de su emprendimiento, la emprendedora sostiene que siempre fue bastante espontáneo y asegura que “jamás pagó una publicidad en redes sociales”. Siempre eligió el intercambio con otros emprendimientos afines para que “puedan crecer todos”, enfocándose en públicos comunes a los que quieren llegar. En ese sentido, sí trabaja la interacción a partir de sorteos, intercambios o menciones. Mantiene Facebook, Instagram, un blog, canal de YouTube y un puesto en el Mercado de Frutos Culturales en conjunto con “Mujeres que traman”.
Paula destaca que es un producto “más moderno y práctico que el antiguo chiripá”. Están fabricados con telas técnicas impermeables, que permiten que la piel respire y evitan alergias e irritaciones.
En ese sentido, ofrece varios modelos: planitos, predoblados, ajustados con broche, híbridos, de bolsillo, con cobertura de polar y “de aprendizaje”, entre otros.
Razones para volcarse a “la tela”
Muchas veces, los clientes se acercan por cuestiones de salud ligadas a la dermatitis -incluso derivados por pediatras- según relata la emprendedora.
En cuanto a las razones ecológicas, Paula sostiene que para degradarse un pañal necesita un tiempo de 500 años. Además, los de tela pueden reutilizarse en otras generaciones porque tienen vida útil de hasta 4 años. En ese sentido, un pañal de tela equivale a 303 descartables.
En el comparativo económico, Paula sostiene que los pañales descartables en un promedio de dos años y medio cuestan alrededor de $96.000, mientras que los pañales de tela salen $12.000: un 88% menos de gasto. Los de tela varían en un promedio de $450 a $850, según el modelo a elegir.
“Es una inversión que uno hace a un plazo muy largo; en tres meses se amortigua el gasto”, aclaró.
Incluso destaca que, si bien los envíos suelen ser costosos, madres y padres se agrupan para pedir en conjunto, en grupos de hasta veinte personas.